Actuación para la rehabilitación de la cubierta del edificio garantizando una envolvente aislada en su totalidad, consiguiendo de esta manera una mayor eficiencia energética. Para ello, tras anular los pesebres existentes, sobre la estructura continua existente, se coloca el rastrel vertical de 30×40 mm, y entre ellos, el aislamiento continuo de placas de poliestireno extrudido machihembrado de 80 mm  de espesor. Posteriormente se extiende la lámina transpirable impermeabilizante  Rothoblaas Traspir® y es el rastrel horizontal de 40×30 mm el que ata la misma, colocando por último una teja plana de cerámica de 1º calidad hidrofugada domus.

Se colocan bandeletas y capotas de zinc en los encuentros con los paramentos verticales rematando los puntos singulares debidamente. La recogida de agua se sacará al exterior mediante la colocación de un canalón de aluminio lacado en la cornisa de la cubierta, que estará conexionado a la bajante que transcurre por la fachada.